"Hace quince años que el arquitecto autodidacta Freddy Mamani Silvestre diseñó su primer Salón de Eventos para un empresario local Aymara en El Alto, Bolivia. Hoy, más de 60 de estos salones acentúan el monótono paisaje urbano de edificaciones bajas de ladrillo en esta joven ciudad, amontonadas en una vasta meseta a 4000 m.s.n.m, justo sobre La Paz, la capital administrativa de Bolivia. Edificios similares han comenzado a aparecer en Perú y Argentina, y en el medio del Amazonas. Este nuevo tipo arquitectónico, con su estilo de fanfarra flamboyante, ha ganado atención mediática en todo el mundo, pero el fenómeno es aún tan nuevo que no se ha establecido un consenso sobre cómo llamarlo, con términos tan variados como Transformer, Neo-Andino o Nave espacial. [...]
'A través de la arquitectura estamos mostrando nuestra propia cultura, tenemos dinero y podemos construir de un modo que nos represente', dice el ocupado diseñador Aymara. Tiene varios edificios en construcción, y sin embargo rara vez está en su oficina, ni tiene una secretaria o asistentes, y utiliza poco dibujos arquitectónicos. 'En las paredes, yo explico ahí mismo'. Del mismo modo simple son sus contratos con los clientes, sólo verbales, siguiendo la tradición.
Los edificios de usos mixtos diseñados por Mamani pertenecen a una misma familia y tienen el mismo programa. El primer piso son unidades comerciales hacia la calle y alineadas a lo largo de una galería itnerior, para ser arrendadas como tiendas a vendedores locales. Un hall de eventos de doble altura con mezanine, el elemento más importante del edificio, está en el segundo y tercer piso, con una teatina en la parte posterior del techo para el ingreso de luz natural. El hall proporciona suficiente espacio para mesas de comedor y para bailar, así como para un bar y áreea de cocina, mientras que la mezanine queda reservada a bandas de música, baos y un balcón para ver el espectáculo. En la mayoría de casos, dos filas de columnas se alínean en la mitad del hall, dando sin querer un aire litúrgico, como la nave de una iglesia. Las entradas y los corredores son largos y estrechos, sin adaptarse a las necesidades de grandes cantidades de personas.
Sobre el hall, uno o más niveles albergan viviendas de un sólo piso, ya sea para alquiler o para los hijos de los dueños, mientras que la parte alta del edificio presenta un penthouse o 'chalet' para el propietario. Esta curiosa casa en la parte alta del techo generalmente posee un techo a dos aguas y ocupa sólo parte del área total del último piso; frecuentemente también varía en estilo con respecto al resto del edificio. A diferencia de los espacios comerciales, diseñados para maximizar el área a alquilar, la casa de los dueños es más pequeña y, por lo tanto, más fácil de calentar por el sol [...]. La idea es, también, diferenciar la vivienda de los dueños de las unidades comerciales. 'El edificio debe producir ganancia. En el techo está nuestra propia casa'."
Architectural Record, junio 2015.