viernes, 10 de agosto de 2012

Arquitectura para todos los días, una hipótesis (A. Saldarriaga) III

Segunda parte.

Pluralismo Profesional

La comunidad mundial de la arquitectura profesional es en si misma una "sociedad heterogénea" en la que hay aparato dominante, estratos, subculturas, etc. El pluralismo del discurso arquitectónico contemporáneo indica no sólo multitud de posibilidades, también señala desconcierto. Mientras los postulados de la arquitectura moderna permanecieron como paradigma, el discurso fue relativamente estable y la unidad profesional se mantuvo. Si bien el discurso dominante es todavía el de la arquitectura moderna, la unidad cultural de la profesión dista mucho de ser una realidad. El pluralismo actual no atiende solamente cuestiones estéticas o técnicas, va mucho más allá, toca asuntos politicos e ideológicos y afecta considerablemente la estabilidad del campo epistemológico de la arquitectura, el que, gracias a la aparente solidez del discurso moderno, pareda haber llegado ya a un grado suficiente de maduración. Las tendencias de la práctica están todavía unificadas por las condiciones impuestas por los sistemas de poder. Las alternativas conceptuales se extienden en múltiples direcciones buscando nuevamente una definición del papel de la arquitectura en el mundo contemporáneo. Puede pensarse por lo tanto que hoy no existe acuerdo acerca de lo que "es" la arquitectura, no hay definición precisa de sus bases y de sus alcances. Se necesita un tipo especial de acuerdo colectivo en el interior mismo de este espacio de conocimiento, basado en el reconocimiento de su papel en la vida colectiva y de las implicaciones culturales de su práctica.

Arte y Cultura Arquitectónica


Un aspecto importante en este proceso es la resolución de las dicotomías entre creación y toma de decisiones y entre arte y producción masificada. Los valores artísticos, fruto del trabajo creativo, se aprecian generalmente como la cualidad cultural más duradera de la arquitectura. A valores de índole práctica no se atribuye valor cultural especial, se consideran condiciones sine qua non de la estructura productiva, sin tener en cuenta que esa producción ingresa al campo cultural general y afecta considerablemente la existencia de las comunidades y las personas. La "pragmatización" impuesta sobre la cultura colectiva no se contrarresta únicamente con la presencia de unas pocas obras significativas. Si los pocos espacios y edificios que se diseñan con mentalidad creativa o artística fueran capaces de cambiar el efecto del control pragmático del espacio colectivo probablemente no existirían problemas críticos en el entorno contemporáneo. La realidad muestra un aspecto contrario. Los edificios significativos desaparecen ahogados en un océano de obras anónimas, indeterminadas las que efectivamente constituyen el mayor volumen construido del en torno contemporáneo. El ensimismamiento de la conceptualización arquitectónica en torno a la definición circular de sus propiedades no da cabida al reconocimiento de las condiciones en la que la arquitectura participa de la vida.


Las relaciones actuales entre la práctica profesional de la arquitectura y la vida en el entorno colectivo se basan más en su poder social que en su poder cultural. La importancia asignada a los controles normativos y restrictivos y a la producción masificada no provee espacio para la búsqueda de acuerdos culturales efectivos. En el mundo contemporáneo. el ciudadano debe "adaptarse" a hostilidades generadas por las intervenciones de la planeación y la arquitectura. Entre todas las formas de violencia cotidiana. En un mundo de desigualdades la pobreza es castigada impacto es muy fuerte, dada su relación directa con la existencia cotidiana. En un mundo de desigualdades la pobreza es catigada particularmente, a ella se destinan los controles más severos, la masificación y la ausencia de todo respeto cultural. La pobreza en el mundo contemporáneo es sin embargo el motivo de superviviencia y vigencia de tradiciones y costumbres y de infinidad de formas alternativas de apropiación, adecuación y embellecimiento del espacio habitable, formas que en su precariedad testifican el poder creativo de gentes que se enfrentan a la lucha de sobrevivir en sociedades que no están hechas para ellas.

Significado

El entendimiento del entorno está ligado a las acciones que sobre él se desarrollan. La condición que propone la consideración de la arquitectura como "arte" difiere de la condición que represen~a la arquitectu.ra com? práctica cultural. En la primera las cuahdades del objeto pnman sobre su relación con las experiencias vividas, las que dependen para ser válidas de la interpretación de esas cualidades. En la segunda, las cualidades de la vida imprimen carácter a los objetos y estos a su vez se incorporan como parte de esas cualidades. El "hacer parte", el "pertenecer", son requisitos para entender el entorno como un hecho viviente, sin ser condiciones obligatorias para entenderlo como objeto. El distanciamiento social del arquitecto, eco del aislamiento cortesano de siglos anteriores, no corresponde con las demandas apremiantes de sociedades en crisis y de entornos abrumados por intervenciones carentes de sentido cultural. Si, como ha dicho Bernard Berenson (1941) el arte contribuye a la "expansión de la vida", la arquitectura sólo puede llegar a ser arte al pennitir que la vida crezca en los edificios y espacios que ayuda a producir.

El significado del entorno es un valor cultural. Cuanto más significativa es la arquitectura, más aporta al habitante que la integra en su cotidianidad. En el entendimiento del significado de la arquitectura se ha dado hsta ahora singular importancia al estudio de las propiedades semióticas del lenguaje especializado y de los ejemplos monumentales del pasado y poca o ninguna importancia al sentido comunicativo del espacio cotidiano. Significado es comunicación. La comunicación, más allá de la frontera de la "información", implica receptividad, internalización y entendimiento. La comunicación es la substancia básica de la cultura. De ahí que el significado de la arquitectura sea un ingrediente básico de la práctica cultural de la arquitectura. Hacer lugares es dar significado a espacios que no lo poseen.

Saldarriaga Roa, Alberto (1988) Arquitectura para todos los días. La práctica cultural de la arquitectura. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. pp 82-83.

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