martes, 29 de mayo de 2012

domingo, 27 de mayo de 2012

Buscando lo 'cotidiano' (T. Duschlbauer)


"La individualidad no puede ser vista como completamente eliminada por un mundo dominado por el marketing y la administración, porque más y más consumidores han adoptado una actitud profesional hacia el comprar (shopping) que no puede ser desechada, del mismo modo que el juicio maduro. El comprar es una manera compleja y consciente de crear el propio estilo de vida o, incluso, un modo de articular "revuelta" y "protesta".

Consecuentemente, el comprar puede también ser visto como una actividad productiva. Esto es también válido para los productores de comodidades y servicios que están absorbiendo esta "protesta" con el fin de crear nuevos productos que confirman las actitudes de sus consumidores. Aún más, este tipo de populismo de mercado o economía al revés es también capaz de prevenir cualquier dificultad si deja a los consumidores la decisión de qués es lo que debe ser producido. Por ejemplo, en Alemania, se preguntó a la audiencia qué personaje debería tener la película de un productor famoso. Luego de esto, él fue capaz de convencer a sus críticos al decir que "su" película fue la decisión de la vasta mayoría y consecuentemente él no era responsable por las quejas sobre la cualidad o sobre al discriminación de homosexuales en la película. [...].

En el nombre de la "individualidad" y con el objetivo de deshacerse de cualquier responsabilidad y de acercarse a la así llamada "autenticidad" de la vida cotidiana, este tipo de populismo de mercado actualmente convierte a sus clientes en populistas. Por lo tanto, la cotidianidad en sí misma se vuelve cada vez más una comodidad valorada."

Duschlbauer, T. ( ) "Searching for the 'everyday'". En: Shamiyeh, M, (Ed.). What People Want. Populism in Architecture and Design. Basel: Birkhäuser.

domingo, 20 de mayo de 2012

Un medio de auto-expresión (N. J. Habraken)

"Los habitantes de una ciudad de alojamiento de masas no pueden poseer su ciudad. Permanecen alojados en un rededor que no es parte de sí mismos. Para identificarse con tal rededor tendrían que cambiar; no existe otra manera. Por eso se dice a veces que los habitantes "tienen que hacerse a ello". Tal afirmación es justamente lo opuesto de la intención de todo alojamientos. [...] La cuestión es si tenemos que adaptarnos con dificultad a lo que ha sido producido con una dificultad aún mayor o, por el contrario, si llegaremos a hacer algo que, desde su origen, forme parte de nosotros mismos, para bien o para mal. Así que lo que hoy se da no es más que la producción de cuarteles perfeccionados. El concepto de vivienda para pobres ha salido del slum, ha sido provisto de alcantarillado, de aire y luz y puesto a la vista. Por importante que sea el que el alcantarillado, la luz y el aire sean accesibles a todos, el hecho es que sólo les fueron concedidos en una situación gigantesca de acuartelamiento. La única manera que le queda a la población de dejar su impronta en las inmensas formaciones de bloques de viviendas varados alrededor del centro de nuestras ciudades es el arruinarlos. La destrucción como único escape. 

Las iniciativas [...] siempre han entrado en operación cuando habitantes y vivienda han tomado contacto. Las viejas casas legadas por nuestros antepasados son prueba de ello. Cada generación, cada ocupante, cambió aquello con que se encontró. [...] Estas alteraciones no siempre fueron hechas con un propósito funcional. Lo fueron para ponerse de acuerdo con los tiempos o porque las ideas sobre la manera de vivir cambiaron, porque no podía uno identificarse con lo recibido o porque ello era de otra generación diferente. El ocupante raramente estaría interesado en valores estéticos, y, de cualquier forma, tales consideraciones cambiarían tanto como la casa misma. Pero lo que la casa le suponía era un medio importante de ilustrar su posición en la vida. Era su expresión social, la manera de establecer su ego. Para ello era necesario que el ocupante poseyera la vivienda en el sentido más amplio de la palabra. Si llevaba a cabo cambios no era con el fin de preservar el edificio, sino porque no podía tirar la casa abajo y empezar de nuevo. El ocupante no tenía ningún interés por la apariencia original de la casa en que, en ese momento, le había tocado vivir. Sólo se preguntaba si el aspecto total correspondía con su idea del que una casa debería tener, y si no ocurría así, trataba de conseguir que así fuera."

Habraken, N. J. (1962) Soportes: una alternativa al alojamiento de masas. pp 34,35. Alberto Corazón Editor, Madrid.

jueves, 17 de mayo de 2012

Según el diccionario...

casadellibro.com
Por primera vez me encuentro con la definición de la palabra huachafo en un diccionario general (y no uno específico de peruanismos).

huachafo, fa adj. col. En zonas del español meridional, cursi: Mi amiga peruana dice que estos encajes le parecen huachafos.
huachafería s.f. col. En zonas del español meridional, cursilería: Mi amigo peruano siempre está diciendo que todo le parece una huachafería.


Me llaman la atención dos cosas: la primera, que los dos ejemplos son peruanos; la segunda, que en realidad este diccionario no ofrece una definición propia a la palabra huachafo. Me voy entonces a la palabra referida:

cursi adj.inc./s.com. col. Que pretende ser elegante y refinado sin serlo: Por querer ser más que nadie, se presentó en la boda con un vestido de lentejuelas muy cursi.
cursilería s.f. 1 Propiedad de lo que es cursi: Todo el mundo se reía de su cursilería al hablar. 2.  Lo que es cursi: Esa película es una cursilería.


Creo que, desde el punto de vista formal, la palabra cursi nos sirve, por el momento, para explicar qué significa "huachafo". Nuevamente, sin embargo, encuentro que la definición no llega a explicar los procesos particulares y las razones detrás de la actitud. Se queda en lo formal y no indaga en las razones.

Sólo por curiosidad, una definición más:

kitsch (al.) adj.inv. 1 Referido esp. a un objeto decorativo, que resulta cursi o desfasado: Me envió una postal kitsch horrorosa. | s.m. 2 Estilo o tendencia estética caracterizados por la mezcla de elementos que se consideran cursis y desfasados: Para muchos críticos de arte, el kitsch es una estética decadente.


SM (2006 [1997]) Clave. Diccionario de uso del español actual. Madrid: SM Ediciones.


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