martes, 23 de octubre de 2012

Cultura (A. Grimson)

"El primer concepto antropológico de cultura se opuso a la idea de que hay gente "con cultura" y gente "sin cultura", de que el mundo se divide entre personas "cultas" e "incultas". Ya en 1871 Tylor había planteado un concepto de cultura asociado a los conocimientos, creencias y hábitos que el ser humano adquiere como miembro de la sociedad. Esa noción contrastaba con la idea de que la cultura se restringía a la llamada "alta cultura", a la perfección espiritual de la música clásica o las artes plásticas consagradas. Todas las actividades y pensamientos humanos son aspectos de la cultura. Hay diferentes culturas, pero todos los seres humanos tienen en común el hecho de ser seres culturales. 

 [...] Ninguna cuestión genética puede explicar las diferentes cosmovisiones, mitos, celebraciones, ideologías y rituales de la humanidad. Esta heterogeneidad es cultura, y la cultura no se lleva en la sangre. Se aprende en la vida social. 

[...] Boas introdujo la idea de pluralidad cultural, según la cual no sólo era importante "la cultura" en singular sin también el estudio de "culturas" específicas. En su perspectiva, una cultura particular sólo es comprensible a partir de su historia. Una creencia o un hábito cultural sólo pueden ser comprendidos en el marco de un universo específico de sentido. Pretender evaluar las creencias o las prácticas diferentes de las nuestras fuera de sus contextos, a la luz de nuestros propios valores, no sólo implica desconocer la diversidad humana, sino también actuar de modo etnocéntrico. [...]

Para poder comprender una cultura es necesario comprender a los otros en sus propios términos, sin proyectar nuestras propias categorías de modo etnocéntrico. Al mismo tiempo, resulta imprescindible tomar distancia de nuestra propia sociedad para poder estudiarla y comprenderla: "hacer antropología es realizar esa transformación de lo familiar en lo exótico y de lo exótico en lo familiar" (DaMatta, 1987:14)."

Grimson, Alejandro (2011) Los límites de la cultura. Crítica de las teorías de la identidad. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores. pp 55-57.

sábado, 20 de octubre de 2012

Tras el tsunami de la crisis (A. Zabalbeascoa)

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"Los dueños de un piso que el deconstructivista Thom Mayne —premio Pritzker— levantó en Carabanchel para la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid han tenido que elegir entre poner un sofá en el salón-recibidor o poder entrar en casa. Parece una broma que el inmueble esté ubicado en la calle del Patrimonio de la Humanidad, pero no lo es que edificios invivibles retraten a sus autores mejor que obras monumentales. Con todo, son muchos los arquitectos sin burbuja: la mayoría no contribuyó a hinchar la pompa inmobiliaria que ha hundido el país, aunque, eso sí, todos los proyectos urbanísticos fraudulentos lleven la firma de un arquitecto. Así, asumiendo la culpa de unos pocos, el grueso de la profesión se adelantó a la sociedad española para entonar el mea culpa y admitir “haber vivido por encima de sus posibilidades”. Ha sido un error. “También lo es seguir agachando la cabeza”, opina la arquitecta Victoria Garriga.

economia-hoy.blogspot.com
Tras la inicial autoinculpación, cada vez son más los proyectistas que no aceptan la responsabilidad que se les atribuye como colectivo. No haciéndolo creen ser más honestos con la sociedad. España y el mundo están llenos de arquitectura que no ha nacido para acoger la vida de las personas, sino para blanquear dinero o proporcionar beneficios inmorales. No hay código deontológico ni juramento hipocrático en esa profesión. La ética es un asunto personal. En ese escenario, muchos han reivindicado que la burbuja inmobiliaria no fue tanto un asunto de arquitectos sin escrúpulos como de constructoras —todas las que levantaron edificios malos o permitieron blanquear ingentes sumas de dinero—, políticos —que recalificaron terrenos para lucrarse— y bancos —que pusieron los medios que ahora debemos reponer entre todos.

[...] "Son muchos los arquitectos que, como Bopbaa, comparten que “solo cuando hayamos recuperado los mínimos podremos aspirar a más”

Esto no quiere decir que la arquitectura se haya vuelto cohibida. Todo lo contrario, significa que se puede explotar la imaginación para conseguir resultados verdaderos, y no solo formalmente, transformadores: socialmente comprometidos. El debate arquitectónico que discute la oportunidad de las cubiertas facetadas o los bucles se desmonta ante necesidades reales. ¿Acaso no existían esas necesidades antes de que estallara la crisis? Sí, pero tal vez no hubiese interés por verlas, capacidad para abordarlas y necesidad de hacerlo por parte de la clase arquitectónica. Los nuevos arquitectos no ven obra de caridad —sino trabajo y también derechos— en el diseño de un comedor social o de un huerto comunitario. [...] Tipológica, material, formal y políticamente, las cosas están cambiando.

No solo la arquitectura, también la profesión de arquitecto se ha transformado. La crisis ha acelerado un proceso de mutación que afecta a los proyectistas como trabajadores, a los edificios como servicio y a los monumentos como lo que son: excepciones.

[...] Cuidar la ciudad por encima de sus edificios ha llevado a la recuperación de antiguas fábricas —como Can Framis de Jordi Badía en Barcelona— o cambios de uso —como la central eléctrica convertida por Herzog & De Meuron en sede de CaixaForum en Madrid—. La propia ciudad invita a cuidar un patrimonio que la ignorancia, las modas y un desorbitado ciclo de consumo habían hecho descuidar. Esa manera de trabajar es la que buscan exportar algunos proyectistas que han transformado su vida para dedicarse a sanear otros territorios. 

[...] Frente a las constructoras que evitan complicarse la vida, cada vez más proyectistas lo hacen: ya no solo tiran líneas, están empezando a levantar muros. [...] Arquitectos y arquitectura se transforman en España. El tiempo llama a la razón. Y la razón pide esfuerzo y compromiso. Que ese objetivo deje de parecer ingenuo puede marcar un cambio. Después de todo, podría ser liberador no tener que hacer nada más que arquitectura."

Gracias a Emilio Jordán por compartir el artículo.

sábado, 13 de octubre de 2012

miércoles, 10 de octubre de 2012

Simplon A (T2.a Architects)

Publicado en Plataforma Arquitectura.
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Arquitectos: T2.a Architects
Ubicación: Budapest, Hungría
Arquitectos: Gábor Turányi, Bence Turányi
Equipo: Éva Pinczés, Levente Skultéti, László Nyitray
Año Proyecto: 2008
Fotografías: Zsolt Batár






martes, 9 de octubre de 2012

La Resi - Resultados preliminares I

Los resultados preliminares de la investigación "Procesos de adecuación en unidades de vivienda ya construidas - Caso de estudio: residencial San Felipe", han sido elegidos para ser presentados en el Simposio Internacional Middle-Class Housing in Perspective, que se llevará a cabo en la ciudad de Milán en Noviembre de este año.

Más información.





Equipo:

Dra. Arq. Cristina Dreifuss Serrano
Bach. Alfredo Castro Aguilar
Bach. Adolfo Crosby
Bach. Emilio Jordán Fernández
Bach. Luis M. Luque
Bach. André Rodriguez Alvarado
Luis Aquino
Paul Alonso
Bryan Castillo Dávila
José Cepero
Claudia Fuentes Gamboa
Diego Goycochea
Mariale Hermoza
Alexis Joy Bravo
Mauricio Jumpa
Sebastián Paredes Smith
Karina Paulet
Samuel Povis Dávila
Arantxa Rejas
Pierina Sánchez
Saul Ugaz
Jorgesaúl Vasquez Chigne

viernes, 5 de octubre de 2012

La percepción del hábitat (J. Ekambi-Schmidt) II


"[El] hábitat es, por tanto, un lugar y un marco; el habitar es como la imagen de ese espacio que engloba los actos y las emociones vividos en tal lugar. [...]

Esa esfera de apropiación que es el hábitat se caracteriza por la oposición entre un aspecto denotativo y un aspecto estético.

Residencial San Felipe, Lima
El aspecto denotativo será para nosotros reductible a la función del hábitat: alojar seres, protegerlos contra las molestias naturales, materiales o humanas, hacer ciertos gestos cotidianos de la vida con los utensilios apropiados. Y así, daremos una definición funcional de las diversas habitaciones que lo componen. Por ejemplo, diremos:

- la cocina 'es para' preparar las comida,
- el saló 'es para' recibir, o sea, es un espacio asignado a algo, hecho para algo. Este tipo de actitud revela un podo específico de aproximación que es propenso a 'poner entre paréntesis' los aspectos connotativos de los espacios evocados por términos con tanta carga afectiva como 'el desván', 'el cuarto de los padres', etc.

El aspecto estético cubre la arquitectura exterior [...] e interior, la ordenación del espacio establecida por el arquitecto en función de la afectividad personal de los habitantes. Dicho de otro modo, se trata del aspecto connotativo que acabamos de mencionar, de los factores personalizadores que permitirán al habitante crearse un microuniverso familiar.

Es decir, por un lado tendremos la tarjeta de identidad, la del espacio funcional, el hábitat que describen sociólogos y demógrafos; por otro, un apartado de 'signos particulares' que englobará el aspecto connotativo del hábitat, su representación a nivel real y a nivel de las aspiraciones personales."

Ekambi-Schmidt, Jézabelle. La percepción del hábitat. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1974. pp 15-16.

lunes, 1 de octubre de 2012

Le Corbusier en Color

Publicado en Plataforma Arquitectura.
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"Es difícil de imaginar a Le Corbusier – la leyenda del modernismo del siglo 20, conocido por su blanca y limpia estética- viviendo en su vida cotidiana, en este desordenado mundo en el cual todos habitamos. Esta es la razón por la cuál la Fundación de Le Corbusier decidió publicar unas inusuales fotografías del arquitecto a color.

Las fotografías fueron tomadas para la revista Paris Match en 1953 por Willy Rizzo, un fotógrafo de moda mayormente conocido por sus tomas en los años 50 a famosos y otros no tanto. Las fotografías muestran a Le Corbusier con 66 años en varios lugares de Paris; El Museo Nacional de Arte Moderno, su departamento, frente a un croquis de la Unidad de Habitación, entre otros."




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