"[El] hábitat es, por tanto, un lugar y un marco; el habitar es como la imagen de ese espacio que engloba los actos y las emociones vividos en tal lugar. [...]
Esa esfera de apropiación que es el hábitat se caracteriza por la oposición entre un aspecto denotativo y un aspecto estético.
Residencial San Felipe, Lima |
- la cocina 'es para' preparar las comida,
- el saló 'es para' recibir, o sea, es un espacio asignado a algo, hecho para algo. Este tipo de actitud revela un podo específico de aproximación que es propenso a 'poner entre paréntesis' los aspectos connotativos de los espacios evocados por términos con tanta carga afectiva como 'el desván', 'el cuarto de los padres', etc.
El aspecto estético cubre la arquitectura exterior [...] e interior, la ordenación del espacio establecida por el arquitecto en función de la afectividad personal de los habitantes. Dicho de otro modo, se trata del aspecto connotativo que acabamos de mencionar, de los factores personalizadores que permitirán al habitante crearse un microuniverso familiar.
Es decir, por un lado tendremos la tarjeta de identidad, la del espacio funcional, el hábitat que describen sociólogos y demógrafos; por otro, un apartado de 'signos particulares' que englobará el aspecto connotativo del hábitat, su representación a nivel real y a nivel de las aspiraciones personales."
Ekambi-Schmidt, Jézabelle. La percepción del hábitat. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1974. pp 15-16.
Ekambi-Schmidt, Jézabelle. La percepción del hábitat. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1974. pp 15-16.
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