"La monotonía y la uniformidad arquitectónicas abrumadoras son la expresión lógica de la zonificación funcional y la segregación geográfica; el acrobatismo arquitectónico y el Kitsch, su patético corolario cultural.
La ciudad tradicional, en cambio, se organiza en familias más pequeñas o más grandes de barrios urbanos integrados de dimensiones peatonales. Están limitados horizontal y verticalmente a lo que un peatón puede caminar cómodamente de forma rutinaria. Estos barrios son de uso mixto y de ingresos mixtos. Su variedad arquitectónica es la expresión manifiesta de la gran complejidad funcional y social."
Krier, L. (2013 [2009]). La arquitectura de la comunidad. La modernidad tradicional y la ecología del urbanismo. Madrid: Editorial Reverté. p 303.