“Concepto universal, familiar, importante, (el término «Kitsch») corresponde, en primer lugar, a una época de la génesis estética, a un estilo de ausencia de estilo, a una función de confort superpuesta a las funciones tradicionales, a un «nada es demasiado» del progreso.
La palabra Kitsch aparece en su concepción moderna en Munich hacia 1869, es una palabra del alemán del sur bastante conocida: kitschen, hacer nuevos muebles a partir de los viejos, es una expresión familiar; verkitschen significa vender alguna cosa en el lugar de aquella se se había pedido específicamente: tiene un pensamiento estético sobreentendido, una negación de lo auténtico. El Kitsch es la basura, es una secreción artística dada mediante la puesta en valor de los productos de una sociedad al interior sus grandes almacenes, que se convierten, junto con las estaciones, en los verdaderos templos. Lo Kitsch está ligado al arte de una manera indisoluble, de la misma forma que lo no-auténtico está ligado a lo auténtico. «Hay un gusto Kitsch en todo arte», dice Broch, dado que en todo arte hay un mínimo de convencionalismo, de aceptación del dar placer al cliente y del que ningún Maestro está exento.
A pesar de que el Kitsch es eterno tiene, sin embargo, períodos de prosperidad ligados, entre otros, a una situación social, al acceso a la riqueza: el mal gusto es el paso previo al buen gusto, debido a (...) un deseo de promoción estética que se queda en el camino.
El espectro de los valores estéticos ya no está dicotomizado entre lo « Bello » y lo « Feo » : entre el arte y el conformismo se extiende la vasta plaga del Kitsch. El Kitsch se revela con fuerza en el transcurso del acenso de la civilización burguesa, al momento en el que ésta recibe la posibilidad de acceso a la riqueza, es decir, de exceso de medios con respecto a sus necesidades, (...) y desde un cierto momento en el que esta burguesía impone sus normas a una producción artística.
Lo Kitsch es, entonces, un fenómeno social universal, permanente, de grande envergadura, pero también es un fenómeno latente a la conciencia de las lenguas latinas, a falta de un término adecuado para definirlo. (...)
No se trata de un fenómeno denotativo semánticamente explícito, es un fenómeno intuitivo y sutil; es un tipo de relación entre el ser y las cosas, una manera de ser más que un objeto o incluso un estilo. Si bien hablaremos frecuentemente del « estilo Kitsch », será refiriéndonos a uno de los soportes objetivables de la actitud Kitsch, y veremos que este estilo se formalizará al interior de una época artística. Se volverá una categoría que le permitirá acceder a antologías e incluso a colecciones de arte. Sin embargo el Kitsch precede y sobrepasa a sus soportes, es un estado del espíritu que, eventualmente, se cristaliza en los objetos."
MOLES, Abraham A.: Le Kitsch. L’art du bonheur (pp 5 -7). Paris, Maison Mame. 1971.
Lo Kitsch es, entonces, un fenómeno social universal, permanente, de grande envergadura, pero también es un fenómeno latente a la conciencia de las lenguas latinas, a falta de un término adecuado para definirlo. (...)
No se trata de un fenómeno denotativo semánticamente explícito, es un fenómeno intuitivo y sutil; es un tipo de relación entre el ser y las cosas, una manera de ser más que un objeto o incluso un estilo. Si bien hablaremos frecuentemente del « estilo Kitsch », será refiriéndonos a uno de los soportes objetivables de la actitud Kitsch, y veremos que este estilo se formalizará al interior de una época artística. Se volverá una categoría que le permitirá acceder a antologías e incluso a colecciones de arte. Sin embargo el Kitsch precede y sobrepasa a sus soportes, es un estado del espíritu que, eventualmente, se cristaliza en los objetos."
MOLES, Abraham A.: Le Kitsch. L’art du bonheur (pp 5 -7). Paris, Maison Mame. 1971.
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